Articulo procedente de GRNEWS
Este
artículo apareció originalmente en la columna de Gertrude Fisher de
“Pure-Bred Dogs Magazine” (revista Perros de Pura Raza),
publicado en Julio de 1972. Posteriormente se publicó en “GRNews”
(Noticias del Golden Retriever) en Agosto de 1972. Lamentablemente,
Sandy Akers ya no está entre nosotros, pero mientras vivió fue una
gran promotora del trabajo de los Golden en el campo.
La
Sra. Sandy Akers, aunque ya ronda la treintena, sigue lanzando
rodillos y señuelos para sus padres (lo hace desde que estaba en la
guardería), y acumula una gran experiencia tanto en el rastreo y
cobro en el campo, como en el manejo de perros en circuitos
(agility).
Tras
casarse con Ronald Akers, ambos combinaron el interés por la caza
(de él) con la exposición y entrenamiento con distintos métodos, y
con su interés mutuo por el trabajo en el campo. Además,
mantuvieron una relación personal plena y feliz.
A
continuación, su artículo:
“Hay
varios factores importantes a la hora de elegir un cachorro para el
trabajo de campo. Preste atención a su pedigree. Busque las
iniciales FC (Campeón de Rastreo en el Campo), AFC (Campeón Amateur
de Rastreo en el Campo), Campeón dual (Dual CH) o asteriscos junto a
su nombre, que indiquen sus logros en el trabajo de campo.
Si
aparecen perros de categoría (con récords) en las tres primeras
generaciones del pedigree, tanto mejor. Un buen pedigree no garantiza
automáticamente que tenga un campeón de trabajo en el campo, que en
cualquier caso requiere mucho trabajo por su parte y mucha
inteligencia y ganas de trabajar por parte del perro. Un perro puede
tener una herencia sin campeones de campo ni aptitudes de ningún
tipo y acabar convirtiéndose en un campeón de rastreo.
Las
cualidades que definen a un campeón de campo son algo muy buscado,
intangibles y esquivas. Por tanto, garantizar que un cachorro será
un campeón de rastreo es como decir que su hijo llegará a
Presidente del Gobierno: no se puede afirmar tal cosa.
Intente
observar la camada completa al menos tres veces antes de elegir a un
cachorro. Busque uno que parezca alerta, agresivo, activo e
independiente. Si ve alguno que muestra esas características siempre
que vaya a ver la camada, ese es el que quiere.
El
entrenamiento de campo exige mucho del perro, que tendrá mucho que
aprender. Recuerde que un perro puede tener hasta nueve o diez años
buenos de trabajo, así que no lo fuerce cuando aún es un cachorro.
Es sólo un bebé, y debe permitírsele serlo. Hay un entrenamiento
básico de obediencia que debe aprender, como caminar a nuestro lado
con correa, acudir a la llamada y sentarse, pero no debe forzarle a
que lo haga perfectamente. Forzar la obediencia perfecta en un perro
muy joven sólo conseguirá que adopte una actitud negativa y le hará
perder las ganas de trabajar. Demasiado trabajo y demasiado pronto,
son dos pautas que han echado a perder muchos buenos perros.
Cuando
enseñe al cachorro a cobrar piezas reales, intente tener a alguien
que lance por usted. El lanzador puede ser de cualquier tamaño y
edad (yo misma he estado lanzando rodillos a Golden durante
veintiséis años). Cuando el cachorro haga una captura con éxito,
retráselo unos tres metros para la siguiente captura. De este modo,
aumentará gradualmente la distancia de captura y desarrollará su
habilidad para la muestra.
Según
vaya ganando confianza, hágalo practicar sobre zanjas poco profundas
y en terrenos con cobertura variada, como praderas y zonas de hierba
alta. Eso le enseñará a hacer la muestra con distintas coberturas.
El
trabajo en el agua debe iniciarse de modo natural. Si su cachorro no
salta al agua y empieza a nadar como un pez, no se preocupe. Los
perros que nadan como veteranos desde el principio son la excepción.
El agua es un entorno nuevo y debe tratarse como tal. La competencia
con otros cachorros o un perro mayor y tranquilo son buenas
influencias. Lance un señuelo al agua – no demasiado lejos – y
deje que el cachorro siga a los demás. Nunca meta a un cachorro en
agua fría o de la que no pueda salir por sí mismo. Si no dispone de
otros perros que puedan competir con él, y es un animal prudente,
métase con él. Entre en el agua y anímele a seguirle. Hay perros
que hacen entradas muy elegantes al agua que empezaron como
principiantes muy prudentes.
Ha llegado el
momento del cobro forzado, que no es tan malo como suena. Consiste
básicamente en enseñar al perro a recoger cualquier objeto a
nuestra orden. El cobro forzado se hará con perros de siete a diez
meses, dependiendo del progreso de cada individuo. El proceso dura de
una a dos semanas, y un máximo de diez minutos diarios.
Para empezar:
Póngale al perro un collar de castigo y una correa, y ajuste bien el
collar bajo la garganta o pellizque el pliegue de la oreja con el
índice y el pulgar diciendo “Porta” (o “Cobra”) con voz
firme. Con la otra mano ponga el rodillo en la boca del perro y diga
“Coge”, liberando la presión. Siga diciendo “Coge” y
rásquele el mentón. Quítele el rodillo y repita el proceso.
Una vez que el
perro comprenda el concepto, recogerá el rodillo del suelo o saltará
y lo cogerá de su mano. Tan pronto como entienda que debe sujetarlo
hasta que se lo retira, haga que lo lleve en la boca mientras camina
a su lado. Llegados a este punto, ya podemos considerar terminado el
cobro forzado.
Nuestros perros
saben que los rodillos son para trabajar. Y que las gorras, latas
vacías, frisbees, etc. son para jugar. Algo de juego de vez en
cuando evitará además que se aburran o se desmotiven.
Cuando el perro
vaya mejorando la muestra y haga los cobros rápidos y entregue sin
problemas en la mano podemos empezar con los dobles. Para empezar,
los cobros dobles estarán muy espaciados, casi 180 grados, con el
perro empezando en medio.
De ese modo,
tiene que volver hasta usted antes de cobrar el siguiente rodillo.
Una vez que comprenda que tiene que entregar el primer rodillo antes
de ir a por el segundo, puede hacer el doble algo más difícil.
Láncele un cobro largo y, si lo localiza bien, lance uno corto, a
unos 6 ó 7 metros a la izquierda o derecha de la dirección en que
esté corriendo el perro. Esto entrenará su memoria, porque recogerá
antes el lanzamiento corto y deberá recordar el largo. Aumente
gradualmente la longitud del segundo lance cuando el perro adquiera
confianza.
Siga el método
de entrenamiento que siga, nunca intente acelerar las cosas. Permita
a su perro coger confianza en cada paso nuevo que aprenda antes de
avanzar en el aprendizaje. El entrenamiento de be parar cada vez
mientras el perro aún está receptivo. Si presiona demasiado el
perro pierde interés y acabará por no aprender nada-
Las
indicaciones anteriores tienen la intención de dar una idea general
de cómo iniciar a un perro en el trabajo de campo. En ningún
momento es una exposición completa. Para eso sería necesario todo
un libro, y ya existen algunos excelentes escritos por personas mucho
más cualificadas que yo.
Cuando compre
su cachorro de Golden, procure localizar Encuentros de Entrenamiento
de campo en su zona y asista a ellos. Averigüe si hay un club local
de Golden y un club de entrenamiento de Rastreo y Caza. Con ellos
dispondrá de encuentros de entrenamiento en el campo y gente con la
que trabajar.
El Golden
Retriever es una de las razas más versátiles, puede llegar a ser
prácticamente cualquier cosa que usted busque en un perro. Puede ser
una mascota, un perro de caza, de exposición, aprender muchos grados
de obediencia, ser un perro de rastreo o un lazarillo.
Ya hay un
estándar físico muy bueno de raza, pero para mí hay otro igual de
importante que es el estándar de inteligencia. Sin él, la raza no
podría ser todo lo que antes mencioné. La inteligencia requiere
tanta consideración como la estructura corporal y las caderas,
porque si la selección de la inteligencia va por el desagüe, detrás
va la raza, y eso es algo que espero no ver nunca.”
Un jovencísimo “Red” (Millpond Wildheart)* muestra orgulloso su primer pájaro – Un pequeño pichón
Con 12 semanas, “Xeon” (Fiesty Red Spitfire)* disfruta de una gran iniciación al agua con su dueña, Diane Glassmeyer, que lo hace divertido.
Con 15 semanas, “Chloe” (Birch Bay Spring Beauty)* ha aprendido a cobrar un pato.Incluso a esa edad, puede verse con qué facilidad lo sujeta.
Fotografía Paul Johnson
Con 16 semanas, “Xeon” ha pasado de jugar en el agua a trabajar en ella, llevando un pato después de cobrarlo.
Fotografía Diane Glassmeyer
Mostrando que la iniciación adecuada al agua que recibió en su dia ya da dividendos, “Xeon” (con 5 meses de edad), recibió un 10 por su magnífica entrada al agua.
“
Wiccan” (HR Heads Up Red Witch
WC; Can SH WCX)* revisa el escenario del campo de entrenamiento y
decide que le encantan los pájaros. Anne Everett, su dueña, le
sirve de oteadero.
* N. del T.: Entre paréntesis los
nombres “oficiales” de los perros.