23 marzo 2009

La Polémica del Gran Perro Japonés (Akita Inu)

(Artículo original escrito en 1995)

De todos es sabida la delicada situación que vive el Akita Americano desde hace unos años en Europa, algo evitable y denunciado por unos, pero para otros una buena ocasión de hacer surgir otra raza a cuenta del Akita Americano. El daño ocasionado es irreparable, debido entre otras cosas, a la nula información de lo que ocurra, aparte de la desagradable situación de muchos criadores por no tener facilidades ni base en la selección del Akita con las consecuencias que ello conlleva.

No se tiene en este momento un conocimiento exacto de las posibilidades y potencial de la calidad de los Akitas a la hora de programar una camada, entre otras cosas porque no se dispone de un estándar en el cual basarse, ni evidentemente un juez especialista que valore los ejemplares.
Arriesgarse a criar cuando no sabes la respuesta del amante del Akita por el simple hecho de no tener el estímulo de competir, obtener un criterio de un juez especialista o hacer pruebas de trabajo, o simplemente por no saber realmente lo que le están vendiendo por la situación que atraviesa el Akita, es cuando menos imposible.

Es triste recordar hace tan sólo unos años un ring de 30 Akitas, cuando ahora resulta realmente difícil ver uno, pues a nadie le agrada recorrer cien o cuatrocientos km para que ni siquiera te juzguen el perro, sin hablar del consiguiente mosqueo.

Ante esta situacisn es fácil dejar pasar el tiempo y abandonar, por eso admiro y creo que se merecen un respeto algún criador que ha sabido mantener el criterio y la cabeza bien alta para defender al Akita, aunque ello le haya ocasionado demasiados disgustos.

La situación a la que hemos llegado sólo ha servido para enfrentar a dos razas con el daño que ello conlleva, puesto que ninguna de las dos ha sido tratada como debiera. Pero también seria justo decir que rectificar es de sabios. Ante la expectación que se está produciendo por las últimas noticias de la inminente separación de las razas, cabe preguntarse cómo se presenta el futuro de nuestros Akitas:
¿Para cuándo un ring con Akitas americanos?
¿Seguir siendo un perro de compañía o cambiar de grupo?
¿Cómo se controla y por quién el resurgir del Akita?
¿En qué medida se modifica el nuevo estándar? Etc.

Ahora más que nunca es preciso unificar criterios y colaborar para empezar bien una situación que ha llevado al Akita a convertirse en la raza mas polémica de los últimos años, y sería deseable aprender de los errores y comenzar con buenos mimbres.

Pero el problema va mas allá de ganar o perder en un ring, ya que:
No se preparan o proponen jueces especialistas lo cual dificulta la selección y orientación de la raza.
No se controla en que medida afecta la displasia en los ejemplares y se desconocen los problemas de tiroides, ya que nadie los exige como pruebas oficiales, por lo tanto no sabemos qué ejemplares son recomendables para la cría.
No hay pruebas de trabajo, lo cual es imprescindible para mantener las cualidades y actitudes de nuestros akitas.
No hay un control de cría, por el cual podamos regir nuestra akitas. Etc.

Todos estos, y otros problemas pasan por la constitución de un nuevo club que rija y oriente el futuro de nuestros akitas.
Esperemos que a partir de la próxima exposición mundial que se celebrará en Méjico empiece una nueva etapa para el Akita americano.

Francisco García (Kaners)

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